¿Qué tienen en común los cerezos, las mariposas monarca y las secuoyas gigantes?

En los últimos días se ha difundido una gráfica en donde se registra el florecimiento de los árboles de cerezos en Japón durante los últimos 1200 años, la representación que arroja es incontrovertible, durante los últimos siglos la floración se anticipa cada vez más a medida que las temperaturas de la atmósfera van en aumento. En los datos que corresponden a la última década, es especialmente notoria la agudización de este fenómeno. 

Así como los cerezos, diferentes árboles y cultivos se ven alterados por la modificación de las temperaturas y las estaciones en las diferentes regiones del mundo. Con ello, no solo las plantas ven perturbados sus ciclos a traves de las diferentes épocas del año, los suelos también modifican sus propiedades y pierden nutrientes, la vegetación se ve alterada,  lo que a su vez impacta en el ciclo de la vida de los insectos y las aves. Ejemplo de lo anterior, es la dramática reducción del número de mariposas monarca (1) que realizaron la ruta migratoria desde Canadá y Estados Unidos para hibernar en los bosques de México durante el último invierno. 

¿Qué efectos genera el cambio de las estaciones en los animales del planeta? Un ejemplo es ​​la fecha de migración de los alces en Norteamérica que ya se ha alterado lo suficiente como para que los cazadores obtengan la carne necesaria para autoconsumo durante la temporada de caza “legal” (2).. Por otro lado, se sabe que hace 200 años existían 30 millones de bisontes en el continente, para el fin del siglo XIX la población se había reducido a solo mil a causa de la destrucción y fragmentación de su hábitat, las enfermedades y la cacería.  

En el libro Un verdor terrible (3), Benjamin Labatut narra una intrigante genealogía química, al explicar cómo el denominado “Azul de Prusia” utilizado en famosas pinturas como La noche estrellada de Van Gogh, fue descubierto por el alquimista Johann Conrad Dippel en los albores del siglo XVIII. Años después este elemento sería mezclado con ácido sulfúrico por Carl Wilhelm Scheele, el resultado derivaría en un potente agente químico utilizado durante la primera guerra mundial dado a conocer en ese momento bajo el nombre de “ácido prúsico”. 

A partir de este compuesto se puede crear cianuro y es también a partir de sus propiedades que después se fabricó de manera industrial el temido gas zyklon que utilizó el ejército alemán en la Primera Guerra Mundial. Es también a partir de este compuesto que tiempo después sería desarrollado un fertilizante alimentado por nitrógeno que a la postre generaría un punto de inflexión en la demografía mundial, al hacer posible la producción agrícola a nivel industrial, la cual sostiene al día de hoy la alimentación de más de 8 mil millones de habitantes. Lo quiere decir que la población humana del planeta se multiplicó por 4 en los últimos 100 años. 

Fuentes: J.D. Durand (1974), United Nations (1966), United Nations (1973), United Nations (1992) y United Nations (1993)

Esta genealogía de acontecimientos quizá sea uno de los ejemplos más impactantes para ilustrar la potencia destructora y la vez creadora del conocimiento químico, así como de la interrelación de los elementos en la naturaleza de La Tierra. Existen también otros importantes ejemplos de este tipo de efectos. 

Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial las diferentes potencias acordaron no utilizar gas en los diversos frentes de batalla, en cambio existieron diferentes programas nucleares en búsqueda de generar la fisión que haría posible la producción de las bombas atómicas. Las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueron arrasadas en el verano de 1945 por la Fuerza Aérea de Estados Unidos después de que el Proyecto Manhattan impulsado por un notorio equipo de científicos encabezados por Oppenheimer, aprendieron a manipular la reacción y la instrumentarán de forma nunca antes vista. 

Se calcula que hasta la fecha se han detonado más de 2000 bombas atómicas, la gran mayoría en pruebas durante la posguerra, y solo las dos antes citadas se han utilizado en ataques militares contra ciudades. Los científicos estiman que al interior de una bomba nuclear la temperatura puede llegar a los 300 millones de grados.(4) Esto es un orden de calor muy superior a la temperatura del Sol. ¿Qué consecuencias han dejado para el clima, la atmósfera y los recursos del planeta las miles de detonaciones nucleares? Se sabe que la radiación puede ser fulminante para los seres vivos en un determinado radio de kilómetros a la redonda. Algunas voces argumentan que este tipo de ensayos no impactan en mayor medida en la temperatura de la atmósfera sin embargo lo que sí es seguro es que las consecuencias a mediano y largo plazo por el daño al ecosistema global las pagaremos nosotros y las siguientes generaciones si la comunidad internacional termina por abandonar la ruta del desarme nuclear. 

Regresando al presente, los dilemas del impacto humano no se reducen a los desarrollos tecnológicos asociados a la guerra, sino también a la producción industrial y sus diferentes emisiones. Durante los últimos días se han difundido datos que muestran cómo los océanos del planeta están registrando un aumento histórico de temperaturas. A propósito, un estudio reciente (5) publicado en la revista Science ha encendido las alertas de la comunidad científica internacional sobre los potenciales impactos de la ralentización de la corriente del golfo, entre otras cosas, a causa del deshielo acelerado de los polos que se ha agudizado por el incremento de la temperatura de los mares. De nuevo, la interconexión se hace presente, mientras tanto en la mente de la mayoría de gobiernos y muchas personas alrededor del mundo está instalada la equivocada idea de que el crecimiento de la producción de bienes de consumo puede seguir hasta el infinito, en un ecosistema de recursos limitados, mientras toda la evidencia disponible indica que la realidad es otra. 

Media global del cambio de temperatura en tierra y mar en 1880-2014, respecto a la media de 1951-1980. La línea negra es la media anual y la roja la media móvil de cinco años. Las barras verdes indican estimaciones de incertidumbre. Fuente: NASA GISS

Los países y sus habitantes debemos de una vez por todas entender y  asumir que el planeta tiene un funcionamiento complejo, en donde los procesos de degradación ecológica desencadenan efectos dominó muchas veces imprevisibles. 

Por ejemplo, en otro reciente artículo publicado por The Guardian(6), Patrick Greenfield advierte que desde 2017 se comenzaron a detectar escarabajos que infestan los árboles conocidos como secuoyas gigantes en los bosques de Estados Unidos, Canadá, Alaska y Siberia. Alerta que estos ejemplares de árboles conocidos por ser una de las variedades de árboles más altas y longevas del mundo están en peligro debido al incremento de las temperaturas, circunstancia que permite la reproducción de estos insectos de forma masiva, a diferencia de otras épocas cuando el frío evitaba la infestación y posterior muerte de las secuoyas que actualmente son devoradas de arriba hacia abajo por estos escarabajos. 

Estos son solo algunos ejemplos del impacto que puede tener la actividad humana en el ecosistema que todos los humanos compartimos y algunas de las consecuencias que desencadena el cambio climático. ¿Qué otros efectos dominó vivirá La Tierra en los siguientes años? ¿Cuántas especies de animales y de árboles veremos extinguirse durante el siguiente siglo? ¿Qué otros desarrollos tecnológicos podrán cambiar dramáticamente la demografía mundial? El primer paso obligado para que exista un horizonte de futuro posible de la humanidad es que todos los países del mundo lleguen al consenso de que la problemática del cambio climático es real, está aquí y ya nos está pasando la factura.  

@JuanYvesPalomar

Bibliografía:

  1. Reuters. (2024, 8 febrero). Población de mariposas monarca en México se desploma por cambio climático. Expansión. https://expansion.mx/tendencias/2024/02/08/se-desploma-poblacion-de-mariposas-monarca-que-hiberna-en-mexico?_amp=true
  2. Nature.org. “El cambio climático ya está afectando las estaciones.” The Nature Conservancy, 1 April 2020, https://www.nature.org/es-us/sobre-tnc/quienes-somos/nuestra-ciencia/el-cambio-climatico-ya-esta-afectando-las-estaciones/
  3. Un verdor terrible – Labatut, Benjamín – 978-84-339-9897-2 – Editorial Anagrama. (s. f.). Editorial Anagrama. https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/un-verdor-terrible/9788433998972/NH_646
  4. Nuclear explosions: weapons, improvised nuclear devices – radiation emergency medical management. (s. f.). https://web.archive.org/web/20100614014154/http://www.remm.nlm.gov/nuclearexplosion.htm
  5. Van Westen, R. M., Kliphuis, M., & Dijkstra, H. A. (2024). Physics-based early warning signal shows that AMOC is on tipping course. Science Advances, 10(6). https://doi.org/10.1126/sciadv.adk1189
  6. Greenfield, P. (2024, 5 junio). The end of the great northern forests? The tiny tree-killing beetle wreaking havoc on our ancient giants. The Guardian. https://www.theguardian.com/environment/article/2024/jun/05/collapse-northern-boreal-forests-drought-fire-beetles-climate-crisis-ancient-trees-carbon-sink

Acerca de Juan Yves Palomar

Nací el 24/07/92 Ciencias Políticas y Gestión Pública por el ITESO.

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