Revolución en el parque.

De manera curiosa hace unos meses me imaginaba los factores del cambio social dentro de un parque en una ciudad muy  alejada de Estambul. Era un día caluroso como los de hoy y recuerdo bien que esa mañana en el parque un amigo y yo nos encontramos a un señor, a un vagabundo, que había decidido  volcar su vida a andar libre por las calles y los caminos. Ese día comprendí aun más la importancia del espacio público como centro de deliberación en donde todos los hombres y mujeres convergen. Nunca olvidare lo que dijo aquel día “Cuando te entregas a las calles, a las historias dejas de ser tu mismo y empiezas a valorar cosas por encima de ti y tu existencia”.

El marchar, el protestar, el estar informado, es pan de cada día para quien se une de manera convencida a una manifestación o que se suma a un reclamo.  Así es también para aquel vagabundo que en sus palabras me dijo “los días normales son para mí, lo que para ustedes los días de fiesta, entender que todo está más conectado más de lo que aparenta es lo que me ha enseñado mi viaje” .Muchas veces esta conciencia y estos reclamos,  estos procesos históricos están por encima de nosotros y de nuestra existencia, pero no está fuera de nuestro entendimiento razonar con eso y por lo tanto actuar en congruencia.

A estas fechas en Turquía. Movilizaciones se efectúan, coincidentemente motivadas en su origen por la defensa de un parque que se extendió por la indignación ante la cerrazón por no escuchar los reclamos. A la fecha se hablan de más de 300  heridos y varios muertos en los enfrentamientos con la policía comandada por un gobierno que no acepta la crítica y que mantiene el control sobre los medios de comunicación. De algo me suena eso, ¿a qué se parece? Después del intento de desalojo que violo los derechos humanos de turcos a diestra y siniestra el movimiento de reclamo se ha extendido desde Estambul a Ankara y muchas otras ciudades de Turquía, multiplicándose así los disturbios.

Los proyectos de despojo neoliberales en los últimos años se han caracterizado por ser anti populares y por alimentar un justificado reclamo popular frente al arrebato de lo comerciable por encima de lo disfrutable y lo humano, sin valorar lo no cuantitativo. Desde los desahucios por las hipotecas infladas que se les vendió a los ciudadanos españoles, pasando por  la “carretera verde” en el estado de México que pasaría por Xochicuautla hasta la construcción de un centro comercial en lugar de donde es hoy una de las últimas plazas públicas y de aéreas verdes en el centro de  Estambul.

La rueda de la historia seguirá y el viejo debate entre los mismos humanos con sus diferentes corrientes de pensamiento seguirá. Aun así será difícil negar que este punto de la historia no se vive una temporada de renovación social, distintos levantamientos de distintas envergaduras se han suscitado. Desde las revueltas de la primavera árabe, pasando por los indignados de España o el movimiento estudiantil por la educación gratuita en chile, hasta el #YoSoy132 en Mexico o el Occupy Wall Street en Estados Unidos. Hay ya distintos botones de muestra para poder sostener de manera medianamente solida que estamos ante una generación que a través de la tecnología se volcado no a la apatía que se creía si no al contrario al encuentro y a la empatía en distintos lugares del mundo.

No se sabe cuáles serán los sacrificios y el precio que se tenga que pagar para la renovación de una sociedad que claramente esta tropezándose con sus propias flaquezas, no se puede dar el análisis desde una sola cabeza cuando se habla de un fenómeno de tan largo aliento, es imperativa entonces una perspectiva más amplia y para eso habrá que esperar.

A 3 de Junio de 2013 como estudiante mexicano saludo la lucha del pueblo de Turquía, sepan que nos indigna tanto como a ustedes que maten y torturen a la gente solo por defender en la calle sus derechos. Estamos con ustedes, porque si tocan a uno tocan a todos.

@JuanYvesPalomar

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