La revolución de los caminantes tapatíos 

Hace unos días la Red Ciudad Posible convocó a una caminata por la inhóspita Avenida Lopez Mateos Sur con el objetivo de visibilizar los peligros y dificultades que todos los peatones tienen que sortear para recorrer este camino cada día.  Esta acción llega en el contexto del debate público que se ha generado a causa de la ocurrencia del gobernador Enrique Alfaro de sugerir la construcción de un segundo piso. Polémica proposición que ha encontrado una muy importante resistencia por parte de vecinos de este corredor quienes han cuestionado esta posible obra pública. 

Es importante mencionar que, aunque muchas personas lo olvidan, la mayoría de los viajes o desplazamientos en la ciudad de Guadalajara se realizan caminando. Esto quiere decir que los peatones deben ser prioridad en cualquier contexto urbano, esto implica todo tipo de peatones: personas de la tercera edad que utilicen bastón, mujeres embarazadas, personas en silla de ruedas o personas en muletas. Por lo mismo no es cuestión menor reflexionar sobre cómo se organiza el espacio público en una de las avenidas que ha recibido más inversión pública en toda la historia de la ciudad.   

Hay quien menospreciando este tipo de convocatorias ciudadanas, tilda este tipo de resistencias sociales como grupos de personas que bajo su perspectiva se oponen “al progreso y la modernización” que implicaría la llegada de más carriles para automóviles cuando en realidad el llamado a la organización viene desde una sensibilidad que entiende que una obra como un segundo piso no respondería a la necesidad masiva de las mayorías sociales, que lo que necesitan es poder acceder a un sistema de transporte público digno que les permita realizar el trayecto sobre esta avenida de su casa al trabajo y de regreso en un tiempo de traslado razonable. 

Foto por @andres_dlap

Como si fuera una broma del destino, quienes antes se opusieron a la vía express montando acampadas y resistiendo con campamentos a la construcción de un puente atirantado de millones de dólares, hoy ocupan cargos públicos con la suficiente capacidad de influencia como para detener la sin razón que implicaría  apostarle a un segundo piso en beneficio del transporte privado en un contexto urbano desigual como el de Lopez Mateos Sur. Aquellas batallas de entonces, unas perdidas y otras ganadas, son en cierta medida las directrices del debate de hoy sobre nuestra ciudad. ¿Dejarán ellos como funcionarios públicos y nosotros como tapatíos que el sueño de otra Guadalajara quede a la deriva frente al frenesí de la Highway al estilo Houston? 

Ante las interrogantes que se ciñen en este tema, el Gobierno de Jalisco ha realizado encuestas a traves de internet y otros medios para saber las opiniones de distintas personas, los más escépticos señalan que esta actividad solo se trata de un señuelo para posteriormente validar una decisión que pasa más por el terreno de la negociación entre el gobierno federal y el Gobierno de Jalisco que por el del diálogo ciudadano y el consenso vecinal sobre qué obra es la indicada para mejorar la movilidad en Lopez Mateos Sur. ¿El resultado y la decisión sobre qué hacer en esta zona será entonces producto de un nuevo pacto entre Movimiento Ciudadano y Morena? De ser el caso se estaría ignorando las observaciones y recomendaciones de una gran variedad de académicos especialistas en movilidad y urbanismo de instituciones públicas y privadas. No solo sería dejar de lado a la comunidad universitaria de la ciudad, también sería menospreciar a decenas de colectivos y organizaciones sociales que han luchado por una Guadalajara caminable, pedaleable, verde y sobre todo más humana.  

Por eso hoy frente a la vorágine de los embotellamientos es importante recordar y tomar en cuenta lo escrito en Caminar (1861) por el escritor y filósofo Henry David Thoreau: “Un pueblo no solo se salva por los esfuerzos de los hombres dignos sino por los bosques que lo rodean. Un poblado donde el antiguo Bosque ondea en el viento no solo verá crecer mazorcas y papas, sino también poetas y filósofos para épocas venideras”. 

Salvemos entonces el Bosque de la Primavera, apostemos por un camino equilibrado en el desarrollo urbano a traves del transporte público masivo en el sur (Lopez Mateos) y en avenida Vallarta (Carretera a Nogales) también. Invertir presupuesto en ensanchar banquetas, peatonalizar calles y construir más líneas de tren ligero o BRT significa dejar un legado de mesura y buena planificación para la metrópoli. Por el contrario, gastar dinero público en un segundo piso con el único propósito de consolidar inversiones privadas en la zona lejos de una solución solo sería un gran timo para las personas. He aquí el dilema a resolver en las siguientes semanas: ¿Ganará el bien común de los tapatíos o seguirán prevaleciendo los pactos en lo oscurito y los negocios de unos cuantos?

@juanyvespalomar

Oye Alfaro ¿Y los 204 millones de la verificación? 

Desde hace semanas miles de jaliscienses han empezado a ver en las calles y en los anuncios promocionales la nueva campaña del gobierno de Jalisco para obligar a verificar los automóviles; “verificación responsable” le llaman al programa. Arguyen que tiene un propósito ecológico y que por la “módica” cantidad de 500 pesos tu coche quedará libre del peligro de las multas ¿Será? Veamos. 

De entrada pareciera sonar muy bien que el gobierno se preocupe por encontrar formas de reducir las emisiones contaminantes que afectan la calidad del aire y aceleran la crisis climática, la cuestión con ese programa de verificación es que no está diseñado ni enfocado en una estrategia progresiva. Esto quiere decir que no está pensado para cobrarle más a quienes más contaminan, si no que la idea es cobrarles a todos los dueños de vehículos la tarifa de 500 pesos por igual. 

Lo anterior convierte un impuesto supuestamente “verde” en una recaudación regresiva pues impacta más a quien menos tiene. Si tomamos en cuenta que el parque vehicular de Jalisco asciende a aproximadamente 3.5 millones de coches entonces en el caso hipotético de que llegaran a verificar todos los coches con su respectivo pago de 500 pesos nos arrojaría una sorprendente cantidad total recaudada de: ¡1750 millones de pesos extras!

Entendiendo que existe una enorme diferencia en la contaminación que provoca un coche promedio y lugares industriales como una fábrica de cemento, de cerveza o de metal. ¿No sería ideal primero cobrar un impuesto a las aceiteras, piedreras, metalúrgicas y cementeras que contaminan de manera mucho más importante el aire que un automóvil? ¿No sería mejor imponer primero un impuesto a las empresas que realizan las descargas de metales pesados a cuerpos de agua como el Río Santiago o la laguna de Cajititlán? ¿O será que les resulta más fácil imponer el peso de esa responsabilidad ética y económica a los tapatíos que buscan ganarse la vida día a día?  

Otro elemento que llama la atención es la tarifa por la verificación de 500 pesos cuando en Guanajuato, Colima, el Estado de México o la Ciudad de México es de 330 pesos para los vehículos de gasolina o gas. Más indignante se vuelve todo el asunto cuando en días pasados nos enteramos por viva voz del secretario de medio ambiente de Jalisco, que no saben en donde están 204 millones de pesos, de un total de 284 millones de pesos que ya han sido recaudados por el programa de verificación, y que son en teoría manejados por el denominado Fondo Verde.  

Todas las evidencias sugieren que el gobierno de Alfaro considera que no debe de existir transparencia en cuanto al manejo del dinero destinado al denominado fondo verde, a tal punto que un titular de una de las secretarías más importantes del Gobierno de Jalisco se permite ser errático a la hora de responder sobre el manejo de un monto que equivale a una cifra 6 veces superior a lo que se le asigna al OPD Bosque de la Primavera, que a cifras de 2023 obtiene un presupuesto de 27 millones de pesos, para el manejo de la reserva natural protegida de nuestro ancestral Bosque.

¿Qué tal si para enmienda de este delicado error desde el Palacio Legislativo de Jalisco se legisla que se asignen estos 204 millones de pesos para la administración y manejo de áreas de protección de flora y fauna para el presupuesto 2024? ¿o qué tal que se asignen estos 204 millones de pesos para decenas de nuevos kilómetros de ciclovías en Guadalajara? Ahí quedan un par de sencillos, buenos y nobles usos en los cuales se podrían invertir estos 204 millones de pesos extraviados hasta próximo aviso. 

@juanyvespalomar