Ganar contra los partidos y perder contra el sistema.

Hay bosques que derrotan huracanes y florecen a pesar de tormentas como la que este primero de julio le cayó al nuestro. No alcanzaron ni alcanzaran los millones ni las coaliciones para ocultar nuestra fuerza. Durante los últimos 9 meses las personas sembramos un bosque en medio del desierto en el que se ha convertido la política de nuestro país y aunque a algunos no les gustara admitirlo, en Jalisco el Arbolito fue el logo más votado para el Senado de la República.

En 2015 unos pocos audaces quisieron demostrar que el sistema no funcionaba y ganaron una diputación frente a los ojos de propios y extraños en “uno de los distritos más conservadores del país.” En 2018 pasamos a la ofensiva para intentar ganar posiciones y perdimos frente a coaliciones impulsadas por seis partidos políticos diferentes, pero en nuestra derrota obtuvimos una enorme victoria ética, moral y simbólica.  Demostramos que nuestra hipótesis es correcta, nuestro sistema político esta caduco, es desproporcional y infinitamente desigual.

Los partidos políticos que hoy existen no nos representan, y no solo eso,  más de 700 mil personas votaron por Juanita Delgado y Pedro Kumamoto porque saben que otro Jalisco y otro México son posibles. Esta idea no apareció así nada más, no sucedió gratis, ni aprecio de la nada, ha sido posible porque las personas en miles de comunidades y decenas de ciudades han empezado a recuperar desde ya todos los días  la paz, la política y el futuro ocupando las calles, los parques, encontrándose en los semilleros y fortaleciendo los lazos comunitarios a través de las organizaciones vecinales.

Estos partidos, los poderes facticos y sus aliados intentaran  desacreditar a nuestra fuerza política, dirán que no salimos de Zapopan  pero no podrán engañar a las personas que saben que los del arbolito hemos recorrido más de 10 mil kilómetros en carretera para hacer campaña en más de 100 municipios de todo Jalisco. Dirán que queríamos ganar desde las redes con ´likes´ pero lo que nunca dirán es que la candidatura de MC, PRD y el PAN al Senado gastó el doble de recursos que la campaña de Alfaro a la gubernatura. 40 millones de pesos en solo tres meses y más de 20 millones de pesos en publicidad en internet. Nunca lo escucharan de su boca pero gastaron 5 veces más que las candidaturas de #VamosAReemplazarles.

Curiosamente, hoy pasada la elección y rota la alcancía  Enrique Alfaro renuncia a los vínculos con el partido político que le financió sus últimas campañas  ¿Qué más prueba queremos de que los partidos están moribundos cuando el único político de Jalisco que ha sido candidato por el PRI, el PT y el PRD ahora salta del barco de MC ante su naufragio a nivel federal? Pareciera que el virtual gobernador electo de Jalisco no quiere pagar el costo de la derrota electoral de su candidato presidencial.

Por  el otro lado en Jalisco AMLO en solitario tuvo más de un millón 300 mil votos, muy lejos de esa cifra quedaron sus candidatos de Morena a las cámaras bajas y altas en Jalisco. En el caso de la campaña al Senado no pudieron ser más conservadores, le apostaron todo al arrastre de su candidato presidencial para ganar la curul, prueba de ello es que la ex diputada plurinominal María Antonia Mariscal prácticamente no hizo campaña, se limito a pagar propaganda sobre el partido en las calles y poco más.

Así que se equivocan quienes piensan que con base en pactos y alianzas insostenibles con personajes de la vieja política podrán seguir perpetuándose en las instituciones, nuestras instituciones. Esta vez las coaliciones le salvaron el pellejo en la elección a los partidos de siempre pero las personas aprendieron algo más importante que no puede ser medido ni mediado por las encuestas, la certeza de que organizándose desde lo común, de forma cercana, sensible y austera los muros sí caen.

No olvidemos que nuestras raíces ya han derrotado terremotos y huracanes, esta tormenta electoral no será la excepción.  Ingenuos quienes subestimen la fuerza de las personas porque frente a los que nos dicen que no se puede contra el dinero y las estructuras, nuestra hermosa costumbre de hacer política ha demostrado que a punta de mucho esfuerzo, trabajo en colectivo y compromiso, ese loco sueño de cambiar el país esta ya en marcha. Esto ha pasado de ser cosa de un pequeño grupo de audaces a un bosque de cientos de miles de personas en todo México. La pléyade sigue su juego, y nuestra fiesta ha sido encontrarnos. ¡No nos vamos a soltar!

@JuanYvesPalomar 

7dejunio