Hace 3 años las calles de Guadalajara se llenaron como nunca antes. El motor: la indignación pero a la vez la dignidad frente a un Crimen de Estado. El 26 de Septiembre de aquel año, 6 compañeros de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron asesinados por la policía y 43 secuestrados en los alrededores de Cocula, Guerrero
Desde aquel momento, poco a poco fuimos entiendo juntos y nos reconocimos en el dolor compartido, de esta forma asimilamos que la mejor forma de reconstruir el horizonte es con memoria y en colectivo. Dos semanas nos tomó reaccionar como sociedad ante el profundo agravio.
Fue hasta el 8 de octubre que tras las marchas anuales del 2 de Octubre que el espíritu dentro de miles y miles a lo largo del país se encendió. En Guadalajara ese fue el día de la primera marcha de la época de movilización que desencadenó la represión del Estado aquel 26 de Septiembre.
Para Noviembre las movilizaciones ya eran cada 3 días o por lo menos cada semana, el debate sobre lo que había sucedido y lo que estaba sucediendo realmente en el país se desencadeno de manera profusa y honda. Las marchas y el tono de la discusión se habían incrementado para entonces debido a la gran urgencia y el dolor existente.
En ITESO ya llevábamos semanas en asambleas universitarias en respuesta a la represión en Guerrero con una asistencia de cientos de estudiantes. Es así que para el 5 de Noviembre cuando cientos de Universidades y prepas se fueron a paro en todo México en una universidad privada logramos impulsar la agenda del movimiento estudiantil.
La discusión fue un bonito enroque en donde los estudiantes generaron por consenso la decisión, le dieron un mandato a su representación estudiantil y esta a su vez se vió fortalecida para negociar con la rectoría, el resultado: un paro activo, en donde se discutieron diferentes ejes que marcaron la agenda de muchos colectivos a partir de entonces.
Posteriormente el 7 de Noviembre tuvo lugar una histórica rueda de prensa en donde el ex procurador de la república atinó solo a decir “ya me cansé” después de una serie de preguntas sobre el caso de los 43. Ese evento fue el detonante de indignación. no era aceptable ya la desfachatez frente al dolor y desconcierto de los familiares y víctimas: https://www.youtube.com/watch?v=QNcfdHUiP8c
La dignidad se acuerpo en miles el 20, ese día a pesar del terror me sentí más acompañado que nunca. Por todos y por nadie, por vernos ahí llenos de vida a pesar de que nos quieren asignar la muerte. Recuerdo tomar el tren desde la universidad hasta el parque Revolución. Cuando salí de la estación tarde un momento en entender que toda la gente que había desde el túnel de salida estaba ahí para la marcha.
Y a partir de entonces entendí que sí, somos semillas.
Que a pesar de todo, en nuestros pasos no solo marchamos nosotros, sino que también marcha Blanca, Julio, Victor, David, Jhosivani, Alexander y Julio Cesar.
En memoria a ellos y por el futuro de quienes vendrán,
seguimos marchando…
“¡Porque vivos se los llevaron y vivos los queremos!”
Habitus 