La movilización del cinismo es una de las herramientas más recurrentes del repertorio priista. Hoy en México pareciera que mentir, agredir, amenazar, comprar o intimidar se ha convertido no solo una forma de control, sino un método de gobierno. Esta conducta está más que vigente en las generaciones del “nuevo PRI”. Jorge Aristóteles Sandoval en el caso de Jalisco, es un fiel ejemplo. Emanado de las filas del partido revolucionario institucional, ex presidente de la democrática Federación de Estudiantes de Guadalajara, así como ex alcalde de la no-endeudada Guadalajara y ahora Gobernador -del siempre pacifico- Jalisco, este funcionario tiene uno de los perfiles más oscuros de todos los gobernadores del país.
Basta con recordar dos acontecimientos del pasado reciente que ilustran el autoritarismo con el que operan las dependencias de seguridad a cargo de Aristóteles Sandoval. El primer ejemplo es lo sucedido durante el operativo de 2012 en donde la policía con ayuda de los cuerpos de granaderos e infiltrados reprimieron la marcha contra el ascenso de Enrique Peña Nieto. Ese día mas de 150 personas fueron detenidas con motivo de las protestas en todo México, mas de 25 en la ciudad de Guadalajara. Decenas de personas fueron heridas por policías ese día frente a la sede de la Feria Internacional de Libro.
El segundo episodio a recordar es lo sucedido en el congreso de Jalisco y sus alrededores el 14 de diciembre de 2013. Ese día cientos de personas protestaban en contra de la inminente aprobación de la controvertida reforma Energética. Durante el transcurso de esa manifestación dos menores de edad fueron retenidos dentro del congreso por granaderos y dos manifestantes fueron «levantados» por elementos de la fiscalía del estado a punta de pistola y puestos en libertad minutos después. (Crónica del cerco al Congreso: https://www.youtube.com/watch?v=0QpovvUt7Ng ) En ambos casos los derechos humanos de decenas de personas fueron violentados de manera inaceptable.
¿Pero qué ha pasado con estos casos? ¿Salieron los diputados, los partidos políticos y el gobernador a dar la cara? ¿Rindieron cuentas por las violaciones a la libertad de expresión? ¿Sancionaron a policías e hicieron las investigaciones correspondientes? Pues no, nada de esto, lejos de lo que muchos quisiéramos la impunidad y la desmemoria siguen paralizando la posibilidad de obtener una representación medianamente a la altura dentro de las instituciones.
Este es el contexto en el que hoy, 20 de Abril de 2015, una terna de candidatos del PRI se presenta en el ITESO. Esta terna está compuesta por el ex diputado local Luis Córdova Díaz y dos alfiles de Aristóteles, los ex secretarios: Ricardo Villanueva y Salvador Rizo. Estos dos últimos, amigos cercanos de Aristoteles, trabajaron para el gobierno del estado antes de anunciar que competirían por los municipios metropolitanos de Guadalajara y Zapopan, respectivamente. Van –o vienen, entonces, a hacer campaña desde el cinismo, como su jefe. Intentaran continuar la “obra” empezada en 2012, recurrirán a un discurso fundamentado en la publicidad. Insistirán en el vaciamiento de conceptos tan importantes como democracia y posaran para la respectiva foto de campaña. Ante este gris panorama queda una pregunta al aire: ¿Nos quedaremos callados?
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